miércoles, 19 de diciembre de 2012

Mi parte más técnica... con un toque personal

Hace más de año y medio tras una decisión acertada me adentré en un mundo que me ha abierto muchas puertas.

Estaba de erasmus en una ciudad alemana y ofrecían un Praktikum para programar para iOS. Una vez fuera seleccionada en el curso tenía que hacer una selección de los proyectos que más me interesaran. De todas las solicitudes cada empresa elegía a los 7-8 miembros de su equipo durante los siguientes 4 meses. Tuve la suerte de ser aceptada en uno de mi top3 de proyectos el cual consistía en desarrollar un juego infantil para iPad. Perfecto, ya no hablemos más, aunque entonces no lo sabía, a partir de ese momento éste ha sido mi objetivo en todas las búsquedas de empleo.
Pero no adelantemos parte de la historia que voy a contar.

El curso fue muy intenso, allí conocí a amistades que aún hoy trato de mantener a pesar de la distancia, pero sobre todo, aprendí un montón. El esfuerzo dedicado a la asignatura fue enorme, pero gratamente reconocido. Aparte del 1.0 (la máxima nota en el sistema alemán) que obtuve, la empresa para la que trabajé me ofreció un empleo con ellos a pesar de la distancia: yo volvía a España, así que trabajaría desde casa, comunicándome únicamente mediante correos y git. Era un miniempleo, 4hrs semanales, porque yo también tenía que compaginarlo con mi último año de carrera (ing. informática y lic. matemáticas). Al llegar abril, la subida del paro en España y notar cómo un duende interior me insinuaba que debía buscar un trabajo "más grande", encontré una beca en una start up que quería lanzar una app social. Todavía no había acabado, así que estudiando por las mañanas y trabajando por las tardes acabé la carrera y disfruté mientras me peleaba con las UITableView.

Llegando mayo, y por azares de la vida, llegué a una oferta de empleo misteriosa en la que, pese a la poca información, contenía las palabras iOS developer y juegos educativos. Tras dar mil vueltas al mail que redacté con los motivos por los que "yo era la persona para ese puesto" acabé haciendo una entrevista técnica por teléfono y una personal con el que sería mi jefe. La impresión fue muy buena. Un proyecto interesantísimo, juegos infantiles y sutilmente educativos. Al final me hicieron una propuesta en firme, un salario discreto, posibilidad de teletrabajo, horario flexible... Acepté. Me quedaba un mes de beca así que pude avisar con tiempo en la start up (que se estaban portando genial conmigo) y motivarme para dejarles unas pantallas y efectos superbonitos en su aplicación.

En la nueva empresa, soy la única programadora. ¿A que suena bien y mal al mismo tiempo? Una palabra clave es Retos. Retos para que los recursos no ocupen demasiado en memoria, retos para que libere todo correctamente, retos para que la app pese menos de 50mb y pueda descargarse por red móvil, retos para funcione bien en todos los dispositivos... Satisfacción es la otra palabra clave. Satisfacción del trabajo bien hecho, de las nuevas cosas aprendidas, tanto en programación como en habilidades generales...

Con todo este creciente conocimiento en mi cerebro ha llegado el momento de compartir mis experiencias con el mundo. Será divertido :)



2 comentarios:

  1. Como ya te he dicho en "persona": es genial que tu palabra "retos" vaya acompañada de "satisfacción" :)

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  2. Muy interesante tu experiencia Helen :). Es muy importante estar contento con lo que se hace. Te seguiré leyendo por aquí!

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